Conociendo nuestra historia
¿Y si te dijese que solo conocemos la mitad de la historia? La mayoría de libros y documentales se han quedado a medias…y es que las vivencias y los logros de las mujeres quedaron relegados a un segundo plano durante la mayor parte de la historia. Con la cultura griega no iba a ser diferente…
Probablemente, si hablamos de mujeres en la historia griega, a todos se nos venga a la cabeza Atenea. Esa diosa del Olimpo, hija de Zeus, que era imbatible en batalla y que ganó la competición contra Poseidón para ser protectora de la ciudad de Atenas.
Pero es que, más allá de la mitología, es escaso el contenido femenino que ha llegado a nosotros hoy en día. Seguro que si os hablo de política en la Antigüedad se os viene a la cabeza Pericles, ¿pero alguien sabe quién fue Aspasia?
Quizás a algunos os suene por su romance con este, pero la verdad, es que más allá de su vida personal, Aspasia deslumbró en la Antigua Grecia por ser una de las mujeres más cultas de la época. De hecho, dedicó parte de su vida a enseñar sus conocimientos sobre retórica y lingüística a otras mujeres, e influyó notablemente en las decisiones políticas que tomaron tanto Pericles como Lisicles.
Algo parecido pasó con Diotima, una de las pocas voces femeninas grabadas en los libros de filosofía, en este caso, del gran Platón. A ella se le atribuyen las ideas sobre el amor platónico, de las que más tarde hizo referencia Sócrates. Pero es que, esta mujer nacida en el siglo V a.C., además de por su vocación como filósofa, fue conocida por ser una gran hechicera, tan importante que algunos escritos recogen cómo fue ella la que consiguió acabar con la peste en Atenas, después de 10 años de la plaga.
Además de admirar a Diotima, Platón también mostró un gran respeto por Safo de Lesbos. Una famosa poetisa, nombrada por este, como “La Décima Musa”. Y conocida por su escuela, “La Casa de las Servidoras de las Musas”, donde enseñaba a otras mujeres sus conocimientos sobre poesía, literatura, danza y libertad sexual.
Si adelantamos un poco la historia, en medio de la Revolución de Independencia Griega, nos encontramos con Laskarina Bouboulina. Gracias a su flota formada por 8 barcos, logró la victoria en Nauplia para los griegos. Y fue a partir de ese momento, cuando se convirtió en uno de los grandes apoyos de Theodoros Kolokotronis, principal líder de la Guerra de Independencia. Hoy en día, es común encontrar calles y estatuas con su nombre por toda Grecia y sobre todo en la isla de Spetses, el lugar que la vio crecer.
Hace unos años, numerosos autores comenzaron a dar voz a la historia de estas y otras mujeres que habían sido ignoradas por los libros durante décadas y hasta siglos, en algunas ocasiones. Y aunque a día de hoy es más común el ver reconocida la aportación del género femenino a la historia, como puede ser el ejemplo en el país heleno de, María Callas, Melina Merkouri o Katerina Sakellaropoulou…
Aún nos queda mucho que descubrir y que aprender.
Patricia G.