El auge y la importancia de las actividades turísticas relacionadas con la cultura gastronómica
La gastronomía lleva años en auge. De su boom, la onda expansiva de su éxito ha tenido, por supuesto, un impacto mediático y a día de hoy, los profesionales de este gremio, en otro tiempo, gente de segunda o trabajadores sin un mejor porvenir, son las nuevas estrellas de la cultura popular nacional y a veces internacional. Son los nuevos ídolos de adolescentes, ocupan portadas, aparecen en programas y tienen miles de seguidores en redes sociales. Son también, siguiendo con los cánones que establece nuestro tiempo, estéticamente agradables, atrás quedó la imagen de ese señor entrado en carnes, con un denso bigote y su gorro blanco. Nada que ver.
La cocina se ha colado también en la moda. Y viceversa.
Y es que, realmente, la gastronomía se ha colado en infinidad de sectores y el turismo, una industria que mueve cientos de millones anualmente y supone un alto porcentaje del PIB nacional, no iba a ser menos.
Es más, siempre había estado ahí, pero hasta ahora, hasta hace unos años, no se había puesto luz en esta temática, imprescindible, en mi opinión, a la hora de visitar una ciudad, si realmente se quiere conocer su cultura.
Nace así el turismo gastronómico como un ente independiente, como el socio que se independiza porque siempre estuvo a la sombra. Ya no es un tema a tratar de forma superficial en una visita.
Y es que hasta entonces, tratar el asunto gastronómico en una visita guiada a un país, desafortunadamente era inexistente o se limitaba a mencionar los cuatro o cinco platos típicos, que en ocasiones, no era más que la prolongación de los tópicos y poco tenía que ver con la cocina doméstica o la verdadera cultura gastronómica del país.
La importancia y el cuidado del turismo gastronómico, en muchos casos (hay quienes lo hacen sin cariño y como mera actividad que puede a veces resultar rentable), ha resuelto esta falta de conocimiento en esta disciplina concreta, pues los profesionales de estas actividades ya no se limitan a mencionar esos platos típicos para turistas, sino que son conocedores de todo lo que abarca la gastronomía en general y de un país en particular, desde técnicas culinarias hasta la historia y geografía del país en cuestión.
Afortunadamente, en la actualidad disponemos de varias opciones para cubrir esta necesidad de adquirir un conocimiento completo de la cultura gastronómica del país que se visita, ya sea mediante visitas privadas con expertos en la materia o a través de audioguías especializadas en este sector .
Porque a mi parecer, y tal y como advierto a los viajeros que pasan por nuestras actividades gastronómicas , una visita a una ciudad, a un país, está incompleta sin conocer y probar qué come su gente, porque al final, la cultura gastronómica de un país, forma parte de la identidad de su gente y es el resultado sobre la mesa de la historia de una comunidad.
Maite A.B