Naturaleza y playa en Creta 1ºparte
Cuando pensamos en playas paradisíacas y paisajes de ensueño, enseguida nuestra mente empieza a evocar posibles escenarios caribeños, aguas cristalinas de atolones de Fiyi o a nosotros mismo tumbados en arenas blancas, a la sombra de cocoteros en Maldivas o Isla Mauricio. Pero, sí os dijera que tenemos todo eso en la quinta isla más grande del mediterráneo.
Efectivamente, si hablamos de Creta, es hablar de sus maravillosas playas y naturaleza que nos desborda, todo envuelto en una rica e inabarcable historia occidental, que solo Grecia nos puede proporcionar. Bienvenidos y bienvenidas, a este rincón del mediterráneo, que nada tiene que envidiar a otros los destinos tradicionales, fuera de Europa.

Los senderistas, estáis de suerte en esta isla, con más de 50 cumbres, que superan los 2.000 metros de altura, además de una gran cantidad de gargantas. De todas ellas, os mencionaremos las que más nos han gustado, centrándonos en la zona de Chaniá.
La garganta de Samariá, la encontraremos en el sureste de Chaniá, en la sierra de las montañas blancas. Es la garganta más grande que podréis encontrar en Europa, entre 5 y 6 horas tardaréis en recorrer su 18 kilómetros de ruta. Cuidar y respetar el paisaje es una obligación en este parque nacional protegido, además de precaución por si os encontráis con el cri-cri o cabra salvaje cretense.
Pero no sólo del verano vive Creta, en invierno es muy recomendable visitar, la antes mencionada sierra de las montañas blancas, donde los paisajes revestidos de una capa de nieve, deja más precioso el paisaje del lugar. El equipamiento es indispensable, llegando a aguantar la nieve hasta abril o mayo; y recomendamos hospedarse en un refugio de montaña, siendo el kallergi, el que más fama tiene.
En el sur de Chaniá, nos vamos a encontrar el pueblo de Sougia, donde en su misma playa iniciaremos la ruta que lleva el nombre del pueblo. Lo interesante de esta ruta son las playas que no ayudarán a iniciar y terminar nuestro recorrido, una playa de piedras, con aguas frías y profundas, donde el nudismo está permitido. Los paseos entre antiguas ruinas, que nos sumergen en el pasado, y las mesetas con espectaculares vistas, harán que nuestro recorrido de 3 horas, ida y vuelta, se haga sin ninguna dificultad.
Pablo L.R.