Viajar con la casa a cuestas
Si hace un par de años me hubieran preguntado que qué era eso de la #vanlife, honestamente, no habría sabido responder.
No fue hasta hace un par de veranos, que durante una visita a la familia, mi hermano me introdujo en eso de “viajar con la casa a cuestas”, un movimiento que en 2011 recuperó Foster Huntington, un diseñador de New York que abandonó todo para adoptar este estilo de vida.
Pero este fenomeno ya estuvo de moda entre el movimiento hippie de los años sesenta y setenta, y ya entonces iba asociado a las furgonetas camper modelos de Volkswagen que hoy se han convertido en tesoros detrás de los que muchos van a la caza.

Ahora entiendo que más allá de un arte, un ejercicio de paciencia, de ingeniería de andar por casa y de, a veces, un buen desembolso económico, es una forma de terarpia, un estilo de vida y una nueva filosofía de viaje, que espero nos acompañe durante mucho tiempo, ya que son muchas las ventajas que ofrece esta vieja- nueva forma de viajar.
Vamos a ver alguna de esas ventajas que ofrece este estilo de viajar:
– Tu espacio-Tus cosas. Así es, sobre todo para quienes lo llevan al extremo y convierten la furgoneta en su hogar.
–Más eco friendly. Menos consumismo.
– Tener la libertad de llegar a lugares inaccesibles desde los medios de transporte más utilizados para viajar y poder “vivir” ahí, al menos por una noche.
– Aventura y contacto con la naturaleza.
– Paisajes imposibles de ver desde otro medio de transporte.
– Flexibilidad y a tu ritmo.
Más allá de modas pasajeras y de que pueda ser un lujo para muchos, en realidad, esta forma de viajar conlleva un recordatorio de cuáles son las cosas más básicas, una vuelta al minimalismo. Un viaje a nuestro yo más básico, natural y más salvaje.
Si os interesa el tema, os dejamos por aquí un enlace a una página con más información sobre este mundo y donde podréis conocer testimonios de muchos #vanlifers.
¿Te atreverías a vivir una experiencia así?
Maite A.B