Palacio real de Oslo
Cuando pensamos en palacios reales, nuestra imaginación nos lleva hasta el Palacio de Buckingham en Londres, el Palacio Real de Madrid o el mismo Versalles a las afueras de París. Pero los países nórdicos también tienen una muy buena muestra de ellos y hoy nos centraremos en el Palacio Real de Oslo, una joya neoclásica en pleno corazón de la capital noruega.
El Palacio Real de Oslo es la residencia oficial de los reyes de Noruega, aunque no siempre fue así. Carlos XIV Juan de Suecia, rey de Suecia y Noruega, mandó construir al arquitecto Hans Linstow, con la intención de que esto creará hermanamiento entre sus dos reinos. El palacio no fue usado por este rey, al morir cinco años antes de terminar su construcción; en 1849, el palacio estaba operativo y a lo largo de todo el siglo XIX apenas fue utilizado, quedando relegado a visitas oficiales a la ciudad.

En 1905, Noruega se independizó unilateralmente de Suecia, después de casi cien años de unión, nombrando al príncipe Carlos de Dinamarca, rey de Noruega, adoptando el nombre de Haakon VII. Haakon VII y la reina Maud vivieron permanentemente en el palacio, su hijo el rey Olaf V, fue relegando el palacio para una función más oficial y retirándose la mayoría del tiempo a fincas de su propiedad, esta tradición es seguida por su hijo y actual rey Harald V.
El palacio es una construcción de tres plantas y dos alas que se extienden por la parte trasera, rodeado de un inmenso bosque, con parques y estanques abiertos al público. Construido sobre una colina tiene unas impresionantes vistas de la calle Karl Johans, la arteria principal de la ciudad, además de vistas al parlamento. En su interior podremos admirar el salón de baile, la capilla y una habitación que se conoce como la de los pájaros, por las pinturas de estos animales por todas las paredes; mencionar que el interior solo se puede visitar sacando entrada con antelación.
Una de las cosas que más nos llaman la atención es el cambio de guardia, del que podremos disfrutar todos los días del año a las 13:30, pero si tienes la suerte de visitar Oslo en verano, puedes disfrutar de un cambio de guardia más especial, veremos a la guardia real acompañados de una banda militar y uniformados a caballo, un desfile que merece la pena ser visto.
P.L.R.