Sabores que te transportan a otros países
A los que nos negamos a dejar de viajar (aunque sea con la mente), nos toca echarle imaginación y probar nuevas formas de sentir que estamos descubriendo un sitio nuevo o que volvemos a un lugar lleno de recuerdos.
Y es que, en este momento que nos ha tocado vivir, muchos somos los que hemos aprovechado el tiempo libre extra para volvernos unos cocinitas. Unos porque echamos de menos la comida de Papá o de la abuela, ahora que no es tan fácil el organizar comidas familiares los domingos. Y otros porque intentamos imitar los platos de los lugares en los que hemos estado o los sitios que nos quedan por visitar.
En el post de esta semana, vamos a viajar a través del paladar a Finlandia, Dinamarca y Grecia, con tres platos inolvidables y lo mejor… ¡muy fáciles de cocinar!
Empezando por el norte, en Finlandia, todos sabemos lo conocida que es la carne de reno, pero hay un plato que se ha ganado a pulso el convertirse en la comida más típica del país nórdico…el hernekeitto, traducida como sopa de guisantes.
Estaba claro que en uno de los países más fríos de Europa, era necesario que uno de los platos más cocinados fuese una sopa calentita. Y es que además, han mantenido como tradición el comerla cada jueves, desde la Edad Media. Casi nada…

Ingredientes (para 4 personas):
- 400 gr de guisantes.
- 600 gr. de carne de cerdo.
- Una cucharadita de sal.
- Mostaza.
- Pimienta.
- 2 l de agua.
Preparación:
Se dejan los guisantes a remojo la noche anterior.
Poner los guisantes en los 2 litros de agua y llevar a ebullición. Cocinar a fuego lento hasta que empiecen a ablandarse.
Añadir en ese momento la carne y la sal y continuar cocinando a fuego lento durante 2 horas. Una vez la carne esté hecha, es el momento de deshuesarla, partirla en trocitos pequeños y volver a echarla en la olla.
Finalmente, se añaden la mostaza y la pimienta al gusto. Lo remueves y lo dejas cocinar durante otros 15 minutos.
¡Listo! Ya tenemos nuestra sopa de guisantes finlandesa, preparada.

Un poco más al sur de Finlandia, en el lugar que vio nacer la historia de la Sirenita, escrita por Hans Christian Andersen, nos encontramos con su plato más conocido y súper fácil de cocinar.
¿Qué os viene a la cabeza en relación a comida si os hablo de Dinamarca? Seguro que pescado, marisco y carne, ¿verdad?
No vais desencaminados…pero ahora quiero que os imaginéis que vivís allí y que como la gran mayoría de trabajadores tenéis una jornada laboral continua, es decir, de 8 de la mañana a 4 de la tarde, con un pequeño descanso en el medio para comer.
Habrá que buscar una manera de poder llevar al trabajo un almuerzo que se pueda comer rápido, pero que sea sano, ¿no? Pues claro, el smørrebrød, una especie de tosta que lleva tus ingredientes favoritos.
Ingredientes:
- Pan de centeno cortado en rebanadas.
- Mantequilla.
Y ahora a elegir toppings:
- Salmón ahumado.
- Anchoas
- Arenque ahumado.
- Gambas.
- Embutido.
- Huevo cocido.
- Huevo revuelto.
- Aguacate.
- Tomates.
- Cebolla morada.
- Remolacha.
- Rábano.
- Espinacas.
- Pepinillo.
- Queso…mucho queso.
- “Añadir lo que más te guste del mundo”.
Preparación:
Solo hay una norma para hacer un buen smørrebrød, y es que el pan tiene que ser de centeno y hay que untarle la mantequilla antes de ponerle cualquier otro ingrediente.
El resto…lo dejo a tu imaginación.

Llegamos a nuestra última parada, Grecia, el paraíso de la gastronomía. Me ha sido muy complicado escoger un solo plato de este país, porque madre mía…Pero este se ha ganado con méritos el primer puesto.
¡El tirokafteri!
Amantes del queso y del picante…preparaos para una de las mejores experiencias de vuestra vida. Un bocado de esta salsa os va a transportar a la mejor de las playas de Creta.
Ingredientes:
- Unos 300 gr de queso feta.
- 3 pimientos verdes picantes.
- Una cucharada de yogur griego.
- Dos cucharadas de aceite de oliva.
- Una cucharada de vinagre de vino.
- Una pizca de orégano.
- Una pizca de pimienta.
- Una pizca de pimentón dulce (opcional).
Preparación:
Freír los pimientos, cortarlos en trocitos pequeños y quitar bien las semillas.
Triturar el queso feta con ayuda de un tenedor.
Después mezclarlo con el yogur, el aceite de oliva, el vinagre, el orégano, la pimienta y el pimentón dulce.
Y finalmente pasarlo por la batidora.
¡Listo!

En Grecia es típico untarlo en pan de pita, pero por experiencia os digo…que con cualquier pan está impresionante.
Y vosotros, ¿también viajáis a través de la comida?
Patricia G.